Artículo publicado en Periódico Proceso
“I.
El aborto, la interrupción del embarazo por medios artificiales, se
llevará a cabo gratuitamente en los hospitales del estado, donde las
mujeres gocen de la máxima seguridad en la operación.”
“Decreto
del Comisariato del Pueblo para la Salud y el Bienestar Social y del
Comisariato
del Pueblo para la Justicia en la Rusia Soviética”
En
1920, mediante un decreto emitido por gobierno revolucionario
soviético fue anulada
la penalización criminal del aborto. Fue el primer país del mundo
en hacerlo. Por su parte, en 1965, la revolución cubana legalizó la
interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 12 de
gestación, hasta la actualidad, la mortalidad materna por esa causa
descendió de 120 por cada 100 mil nacidos vivos a 7 por 100 mil
nacidos vivos, según fuentes del Ministerio de Salud Pública de
este país. La mujer cubana tiene derecho a solicitar un aborto en
las instituciones especializadas sin otro argumento que la decisión
personal sobre su cuerpo.
La Organización
Mundial de la Salud (OMS) calcula que en el mundo se practican
aproximadamente 20 millones de abortos de alto riesgo cada año, y
que el 99.9% de la mortalidad materna por aborto ocurre en los
llamados países en desarrollo.
La ausencia de
educación sexual, las desigualdades de género, los tabúes
sociales, los mandatos religiosos y morales, junto a la negación
política, convierten a la reproducción no regulada y al embarazo no
deseado en bombas de tiempo que afectan las condiciones sociales y la
salud pública de la población en la mayoría de países de América
Latina.
En Venezuela,
día tras día, muchas mujeres jóvenes, de los barrios y de los
campos, se ven atrapadas por la dura realidad de embarazos que no
desean. Muchas abortan muriendo de culpa. Muchas mueren por abortar
de manera insegura. Es hora de comenzar a asumir la existencia del
aborto como práctica cotidiana en la vida de las mujeres. Un país
que asume el camino del Socialismo debe plantearse seriamente este
debate, que implica un posicionamiento revolucionario sobre los
derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, que rompa la lógica
patriarcal impuesta a lo largo de la historia, permitiendo a las
mujeres decidir libremente sobre su sexualidad y sobre sus cuerpos.
El aborto es
también una cuestión de clase, porque mientras las mujeres con
económicos pueden acceder a interrupciones del embarazo en
condiciones sanitarias seguras, las mujeres pobres continúan
recurriendo a los abortos inseguros poniendo en riesgo su integridad
física e incluso su vida. Se aproxima el 28 de septiembre, día
latinoamericano y caribeño para la despenalización del aborto, y en
el marco del proceso electoral, desde feminismo popular convocamos a
asumir la lucha por la autonomía y el derecho a decidir de las
mujeres como uno de los desafíos pendientes de la revolución
bolivariana.
EDUCACIÓN
SEXUAL PARA DECIDIR
ANTICONCEPTIVOS
PARA NO ABORTAR
ABORTO LEGAL,
SEGURO Y GRATUITO PARA NO MORIR
Guillemina
Soria
F.A.L.D.A.S
en Revolución (Feministas en Acción Libre y Directa por el Aborto
Seguro)
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