viernes, 31 de agosto de 2012

Columna de la Araña Feminista en el periódico Ciudad Caracas

La paz en Colombia: también una preocupación del feminismo popular

Guillermina Soria / soriaguillermina@gmail.com

El feminismo desde el cual hablamos, es una corriente del pensamiento emancipatorio que ha desplegado su accionar en las luchas populares a lo largo de la historia, tanto desde el activismo militante en la calle, como desde el terreno de la teoría, a través del desarrollo del pensamiento crítico, constituyendo, de esta manera, una verdadera praxis contra el patriarcado y el capitalismo.

Uno de los principales aportes de este feminismo popular, ha sido la capacidad de visibilizar relaciones de dominación en diferentes ámbitos de la sociedad, que se cristalizan en la cotidianidad, o eso que el liberalismo dio en llamar “el mundo de lo privado”. Este ejercicio crítico de develar otras contradicciones, además de la de clase, pero igual de fundamentales para entender la realidad permitió ampliar la mirada para entender la multiplicidad de manifestaciones que asume la resistencia a la opresión.

Esta diversificación de la rebeldía, lejos de dividir, nutrió a los movimientos sociales del campo popular convocando, desde lo personal, hacia un horizonte colectivo emancipatorio. Esta brecha caminada por las feministas, sigue ensanchándose con el accionar de todas las expresiones del variopinto campo de la resistencia.

El ejercicio de ampliar las miradas aportado por el feminismo, nos lleva a saludar el proceso de diálogo entre la insurgencia y el gobierno de Santos, lo cual constituye un enorme logro del movimiento popular colombiano, ya que significa una nueva oportunidad de construir la paz en la hermana república. La ecuación de la guerra en Colombia se expresa de manera desigual: son pocos los beneficiados, principalmente, el complejo industrial armamentista norteamericano, y muchos sectores los afectados (más de 57 mil personas desaparecidas en los últimos 30 años según la ONU, 7500 presos(as) políticos(as), más de 4 millones de personas desplazadas, las víctimas de los asesinatos extrajudiciales, conocidos como “falsos positivos”...) La lógica patriarcal que atraviesa la confrontación armada, hace particularmente duras las situaciones vividas por las mujeres.

Esta diversidad de rebeldías multiplica a su vez las responsabilidades, es por eso que este nuevo escenario, nos convoca a solidarizarnos con los esfuerzos del pueblo colombiano para transitar el camino de la paz con justicia social. Es importante que se sepa que Colombia no está sola y que desde Venezuela, esta revolución jugará su papel para hacer realidad los sueños del Libertador Simón Bolívar.

Este es un elemento más que evidencia como la batalla del “7 O” asume características estratégicas para la consolidación del mundo multipolar, donde se pueda garantizar un futuro de paz para la humanidad. El triunfo del candidato de la patria, Hugo Rafael Chávez Frías, será celebrado con profundo entusiasmo por las revolucionarias y los revolucionarios del mundo entero. ¡Venceremos!